Pasaje Biblico Dejad Que Los Niños Vengan A Mi

Dejemos Que Los Niños Vengan A Jesús

En el pasaje bíblico de Mateo 19:14, Jesús dice: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos”. Este pasaje nos enseña que Jesús ama a los niños y quiere que vengan a él. También nos enseña que los niños deben ser bienvenidos en la iglesia y que no deben ser impedidos de venir a Jesús.

La Importancia De Los Niños En La Iglesia

Los niños son una parte importante de la iglesia. Ellos traen alegría y vitalidad a la congregación. También son el futuro de la iglesia. Si queremos que la iglesia siga siendo fuerte y vibrante, debemos dar la bienvenida a los niños y animarles a participar en la vida de la iglesia.

Cómo Dar La Bienvenida A Los Niños En La Iglesia

Hay muchas maneras de dar la bienvenida a los niños en la iglesia. Una forma es crear un espacio especial para ellos donde puedan aprender y jugar. Otra forma es ofrecer programas y actividades que sean relevantes para los niños. También es importante que los adultos en la iglesia sean acogedores y amigables con los niños.

Los Problemas Y Soluciones

Hay algunos problemas que pueden surgir al dar la bienvenida a los niños en la iglesia. Uno de los problemas es que los niños pueden ser ruidosos y molestos. Otro problema es que pueden ser difíciles de manejar. Sin embargo, hay soluciones a estos problemas. Por ejemplo, se puede crear un espacio especial para los niños donde puedan ser ruidosos y molestos sin molestar a los demás. También se pueden ofrecer programas y actividades que sean apropiados para la edad de los niños y que sean fáciles de manejar.

Ejemplos Bíblicos

En la Biblia hay muchos ejemplos de Jesús interactuando con niños. En Mateo 18:2-6, Jesús dice que los niños son como los ángeles y que debemos recibirlos como tales. En Mateo 19:13-15, Jesús bendice a los niños y dice que ellos son el reino de los cielos. En Marcos 10:13-16, Jesús dice que los niños deben ser bienvenidos en su reino.

Conclusión

El pasaje bíblico de “Dejen que los niños vengan a mí” nos enseña que Jesús ama a los niños y quiere que vengan a él. También nos enseña que los niños deben ser bienvenidos en la iglesia y que no deben ser impedidos de venir a Jesús. Al dar la bienvenida a los niños en la iglesia, podemos ayudar a crear una comunidad vibrante y acogedora donde todos se sientan bienvenidos.

Pasaje Bíblico Dejad Que Los Niños Vengan A Mí

Puntos Importantes:

• Jesús ama a los niños.

Los niños deben ser bienvenidos en la iglesia.

Jesús ama a los niños.

Jesús demostró su amor por los niños de muchas maneras. En Mateo 19:14, dijo: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos”. En esta ocasión, algunos padres llevaron a sus hijos a Jesús para que los bendijera. Los discípulos trataron de impedirles el paso, pero Jesús los reprendió y dijo que los niños deberían ser bienvenidos. Jesús también sanó a muchos niños enfermos y expulsó demonios de ellos. En Marcos 10:16, Jesús tomó a los niños en sus brazos y los bendijo.

El amor de Jesús por los niños no se limita a los relatos bíblicos. Jesús sigue amando a los niños hoy en día. Él está presente en sus vidas y se preocupa por ellos. Jesús quiere que todos los niños sean felices y saludables. Quiere que crezcan en sabiduría y conocimiento. Quiere que experimenten su amor y su gracia.

Podemos aprender mucho del amor de Jesús por los niños. Podemos aprender a ser más pacientes, amables y comprensivos con los niños. Podemos aprender a amarlos incondicionalmente. Podemos aprender a poner sus necesidades por delante de las nuestras. Cuando amamos a los niños como Jesús los ama, estamos haciendo del mundo un lugar mejor.

Hay muchas maneras de demostrar nuestro amor por los niños. Podemos pasar tiempo con ellos, escucharlos y aprender de ellos. Podemos ayudarles con sus tareas escolares y animarlos a perseguir sus sueños. Podemos apoyarlos en sus momentos difíciles y celebrar sus éxitos. Podemos orar por ellos y bendecirlos.

Cuando amamos a los niños, estamos demostrando el amor de Jesús. Estamos haciendo del mundo un lugar mejor para ellos. Estamos ayudándoles a crecer en sabiduría y conocimiento. Estamos ayudándoles a experimentar el amor y la gracia de Dios.