Porque Un Niño De 2 Años No Puede Dormir
Si tienes un niño de 2 años que tiene problemas para dormir, no estás solo. Muchos niños pequeños tienen dificultades para dormir por la noche, y hay varias razones para ello.
Hábitos de sueño inconsistentes
Una de las razones más comunes por las que los niños pequeños tienen problemas para dormir es que tienen hábitos de sueño inconsistentes. Esto significa que no se acuestan ni se despiertan a la misma hora todos los dÃas, incluso los fines de semana. Esto puede dificultar que su cuerpo se adapte a un horario de sueño regular.
Para ayudar a su hijo a desarrollar hábitos de sueño consistentes, intente acostarlo y despertarlo a la misma hora cada dÃa, incluso los fines de semana. También puede crear una rutina para la hora de dormir que incluya actividades relajantes como leer un libro o tomar un baño tibio.
Ambiente de sueño inadecuado
Otro motivo por el que los niños pequeños pueden tener problemas para dormir es que su entorno de sueño no es el adecuado. Esto significa que su habitación puede ser demasiado ruidosa, demasiado brillante o demasiado caliente. También puede haber demasiadas distracciones en su habitación, como juguetes o electrónica.
Para crear un entorno de sueño adecuado para su hijo, asegúrese de que su habitación esté oscura, silenciosa y fresca. También debe quitar cualquier juguete o electrónica que pueda distraerlo. Puede utilizar una máquina de ruido blanco para ayudar a bloquear cualquier ruido de fondo.
Ansiedad o estrés
La ansiedad o el estrés también pueden dificultar el sueño de los niños pequeños. Esto se debe a que estos factores pueden hacer que el cuerpo produzca más hormonas del estrés, como el cortisol, que pueden dificultar la relajación y el sueño.
Si cree que su hijo está ansioso o estresado, hable con su pediatra. Puede recomendarle estrategias para ayudar a su hijo a manejar sus emociones y reducir su ansiedad. Puede intentar crear un ambiente relajante para su hijo en casa, pasando tiempo con él y jugando a sus juegos favoritos.
Problemas médicos
Algunos problemas médicos también pueden causar problemas de sueño en los niños pequeños. Estos incluyen: alergias, asma, reflujo gastroesofágico (RGE) y dolores de crecimiento. Si sospecha que su hijo tiene un problema médico que está causando sus problemas de sueño, hable con su pediatra.
Consejos para ayudar a su hijo a dormir
Aquà hay algunos consejos adicionales que pueden ayudar a su hijo a dormir mejor:
- Establezca una rutina regular para la hora de dormir.
- Cree un entorno de sueño adecuado.
- Evite que su hijo coma o beba demasiado cerca de la hora de dormir.
- Haga que su hijo haga algo de ejercicio durante el dÃa.
- Hable con su pediatra si cree que su hijo tiene ansiedad o estrés.
- Consulte con su pediatra si sospecha que su hijo tiene un problema médico que está causando sus problemas de sueño.
Si sigue estos consejos, puede ayudar a su hijo a dormir mejor y a tener una noche de sueño reparador.
Porque Un Niño De 2 Años No Puede Dormir
Hábitos de sueño inconsistentes.
- Horario irregular.
Ambiente de sueño inadecuado.
- Ruido excesivo.
- Iluminación brillante.
- Temperatura incómoda.
Ansiedad o estrés.
- Miedos nocturnos.
- Cambios en la rutina.
Problemas médicos.
- Alergias.
- Asma.
- Reflujo gastroesofágico.
Horario irregular.
Los niños pequeños necesitan una rutina regular para dormir bien. Esto significa acostarse y despertarse a la misma hora todos los dÃas, incluso los fines de semana. Cuando el horario de sueño de un niño es irregular, puede dificultar que su cuerpo se adapte a un ciclo de sueño-vigilia regular.
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Los niños pequeños necesitan dormir mucho.
Los niños de 2 años necesitan dormir entre 11 y 14 horas al dÃa, incluidas las siestas. Cuando un niño no duerme lo suficiente, puede estar irritable, cansado y tener dificultades para concentrarse. También puede ser más propenso a tener problemas de salud, como obesidad y problemas de comportamiento.
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Los niños pequeños tienen un reloj biológico inmaduro.
El reloj biológico de un niño pequeño todavÃa está en desarrollo, lo que significa que no es tan bueno para regular el ciclo de sueño-vigilia como el de un adulto. Esto hace que los niños pequeños sean más propensos a tener problemas para conciliar el sueño y permanecer dormidos.
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Los niños pequeños son sensibles a los cambios en su rutina.
Los niños pequeños son criaturas de hábitos y no les gustan los cambios. Cuando hay un cambio en su rutina, como un viaje o una fiesta, puede dificultarles conciliar el sueño. Esto se debe a que su cuerpo no está acostumbrado al nuevo horario.
Si su hijo tiene problemas para dormir, una de las primeras cosas que debe hacer es establecer un horario de sueño regular. Esto significa acostarlo y despertarlo a la misma hora todos los dÃas, incluso los fines de semana. También debe crear una rutina para la hora de dormir que incluya actividades relajantes como leer un libro o tomar un baño tibio.
Ruido excesivo.
El ruido excesivo puede dificultar que los niños pequeños duerman. Esto se debe a que el ruido puede estimular el cerebro y hacer que sea difÃcil relajarse y conciliar el sueño. Incluso el ruido de fondo, como el tráfico o el ruido de los vecinos, puede ser suficiente para despertar a un niño pequeño.
Hay varias cosas que puede hacer para reducir el ruido en la habitación de su hijo:
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Cierre las ventanas y cortinas.
Esto ayudará a bloquear el ruido del exterior.
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Utilice una máquina de ruido blanco.
Las máquinas de ruido blanco producen un sonido constante y suave que puede ayudar a enmascarar otros ruidos.
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Instale una alfombra en el suelo de la habitación de su hijo.
Esto ayudará a absorber el sonido.
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Hable con sus vecinos sobre el ruido.
Si sus vecinos son ruidosos, hable con ellos sobre el problema. Puede que no se den cuenta de que su ruido está molestando a su hijo.
Si su hijo todavÃa tiene problemas para dormir debido al ruido, puede hablar con su pediatra sobre otras opciones, como tapones para los oÃdos o medicamentos para dormir.
Aquà hay algunos consejos adicionales para ayudar a su hijo a dormir mejor en un entorno ruidoso:
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Cree una rutina relajante para la hora de dormir.
Esto podrÃa incluir leer un libro, tomar un baño tibio o escuchar música relajante.
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Evite que su hijo vea la televisión o juegue con dispositivos electrónicos antes de acostarse.
La luz azul emitida por estos dispositivos puede dificultar el sueño.
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Asegúrese de que la habitación de su hijo esté oscura, tranquila y fresca.
Esto creará un ambiente ideal para dormir.
Iluminación brillante.
La iluminación brillante puede dificultar que los niños pequeños duerman. Esto se debe a que la luz puede estimular el cerebro y hacer que sea difÃcil relajarse y conciliar el sueño. Incluso la luz tenue, como la de una luz nocturna, puede ser suficiente para mantener despierto a un niño pequeño.
Hay varias cosas que puede hacer para reducir la iluminación en la habitación de su hijo:
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Cierre las cortinas o persianas.
Esto ayudará a bloquear la luz del exterior.
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Utilice una luz nocturna tenue.
Si su hijo necesita una luz nocturna, elija una que sea tenue y emita una luz roja o naranja. Estos colores son menos estimulantes que la luz blanca o azul.
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Evite usar dispositivos electrónicos en la habitación de su hijo antes de acostarse.
La luz azul emitida por estos dispositivos puede dificultar el sueño.
Si su hijo todavÃa tiene problemas para dormir debido a la iluminación, puede hablar con su pediatra sobre otras opciones, como cortinas opacas o medicamentos para dormir.
Aquà hay algunos consejos adicionales para ayudar a su hijo a dormir mejor en una habitación luminosa:
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Cree una rutina relajante para la hora de dormir.
Esto podrÃa incluir leer un libro, tomar un baño tibio o escuchar música relajante.
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Asegúrese de que la habitación de su hijo esté oscura, tranquila y fresca.
Esto creará un ambiente ideal para dormir.
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Hable con su hijo sobre la importancia del sueño.
ExplÃquele que necesita dormir lo suficiente para estar sano y tener energÃa durante el dÃa.
Temperatura incómoda.
Una temperatura incómoda puede dificultar que los niños pequeños duerman. Si la habitación está demasiado caliente o demasiado frÃa, su hijo puede tener problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido.
La temperatura ideal para dormir es entre 18 y 22 grados centÃgrados. Si la habitación de su hijo está demasiado caliente, puede intentar abrir las ventanas o usar un ventilador. Si la habitación está demasiado frÃa, puede intentar cerrar las ventanas y usar una manta más gruesa.
También puede vestir a su hijo con ropa ligera y transpirable. Esto ayudará a que su cuerpo se mantenga fresco y cómodo durante la noche.
Aquà hay algunos consejos adicionales para ayudar a su hijo a dormir mejor en una habitación con temperatura incómoda:
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Cree una rutina relajante para la hora de dormir.
Esto podrÃa incluir leer un libro, tomar un baño tibio o escuchar música relajante.
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Asegúrese de que la habitación de su hijo esté oscura, tranquila y fresca.
Esto creará un ambiente ideal para dormir.
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Evite que su hijo vea la televisión o juegue con dispositivos electrónicos antes de acostarse.
La luz azul emitida por estos dispositivos puede dificultar el sueño.
Si su hijo todavÃa tiene problemas para dormir debido a la temperatura, puede hablar con su pediatra sobre otras opciones, como medicamentos para dormir.
Miedos nocturnos.
Los miedos nocturnos son episodios de miedo intenso que ocurren durante el sueño. Los niños pequeños que experimentan miedos nocturnos pueden gritar, llorar o agitarse violentamente. También pueden sudar, tener el corazón acelerado y la respiración rápida.
Los miedos nocturnos suelen durar unos minutos, pero pueden durar hasta media hora. Cuando el episodio termina, el niño se vuelve a dormir y no recuerda nada de lo sucedido.
Los miedos nocturnos son comunes en los niños pequeños. Se estima que entre el 10 y el 30% de los niños los experimentan en algún momento. Los miedos nocturnos suelen comenzar entre los 2 y los 6 años de edad y desaparecen por sà solos a medida que el niño crece.
Si su hijo tiene miedos nocturnos, hay algunas cosas que puede hacer para ayudarle:
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Mantén la calma.
Aunque sea difÃcil, es importante mantener la calma cuando su hijo esté teniendo un miedo nocturno. No lo sacuda ni intente despertarlo. Simplemente quédese a su lado y háblele suavemente.
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Crea un ambiente seguro y reconfortante.
Asegúrese de que la habitación de su hijo esté oscura, tranquila y fresca. También puede ponerle música relajante o leerle un cuento.
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Habla con tu hijo sobre sus miedos.
Durante el dÃa, hable con su hijo sobre sus miedos. Intente averiguar qué es lo que le asusta y ayúdele a encontrar formas de afrontar sus miedos.
Si los miedos nocturnos de su hijo son graves o frecuentes, puede hablar con su pediatra sobre otras opciones de tratamiento, como medicamentos o terapia.
Cambios en la rutina.
Los niños pequeños son criaturas de hábitos y no les gustan los cambios. Cuando hay un cambio en su rutina, como un viaje o una fiesta, puede dificultarles conciliar el sueño. Esto se debe a que su cuerpo no está acostumbrado al nuevo horario.
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Los niños pequeños necesitan una rutina regular para dormir bien.
Esto significa acostarse y despertarse a la misma hora todos los dÃas, incluso los fines de semana. Cuando el horario de sueño de un niño cambia, puede dificultar que su cuerpo se adapte a un ciclo de sueño-vigilia regular.
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Los niños pequeños tienen un reloj biológico inmaduro.
El reloj biológico de un niño pequeño todavÃa está en desarrollo, lo que significa que no es tan bueno para regular el ciclo de sueño-vigilia como el de un adulto. Esto hace que los niños pequeños sean más propensos a tener problemas para conciliar el sueño y permanecer dormidos cuando hay un cambio en su rutina.
Si tiene que cambiar la rutina de su hijo, intente hacerlo de forma gradual. Esto ayudará a su cuerpo a adaptarse al nuevo horario. También puede crear una rutina relajante para la hora de dormir que incluya actividades como leer un libro, tomar un baño tibio o escuchar música relajante. Esto ayudará a su hijo a relajarse y prepararse para dormir.
Aquà hay algunos consejos adicionales para ayudar a su hijo a dormir mejor cuando hay un cambio en su rutina:
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Hable con su hijo sobre el cambio de rutina.
ExplÃquele por qué el horario ha cambiado y cuándo volverá a la normalidad. Esto ayudará a su hijo a entender el cambio y a sentirse más cómodo con él.
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Intente mantener el resto de la rutina de su hijo lo más constante posible.
Esto significa mantener sus comidas, siestas y actividades en el mismo horario.
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Sea paciente.
Puede llevar algún tiempo que su hijo se adapte a un nuevo horario de sueño. Sea paciente y comprensivo durante este tiempo.
Alergias.
Las alergias son una reacción del sistema inmunitario a una sustancia extraña. Los alérgenos comunes incluyen el polen, los ácaros del polvo, la caspa de las mascotas y algunos alimentos. Cuando un niño pequeño entra en contacto con un alérgeno, su cuerpo libera histamina y otros productos quÃmicos que pueden causar sÃntomas como estornudos, congestión nasal, ojos llorosos y picazón en la piel.
Estos sÃntomas pueden dificultar que los niños pequeños duerman. Por ejemplo, la congestión nasal puede hacer que sea difÃcil respirar, y la picazón en la piel puede ser muy molesta. Además, algunos medicamentos para la alergia pueden causar somnolencia, lo que puede interferir con el sueño.
- Si su hijo tiene alergias, hay algunas cosas que puede hacer para ayudarle a dormir mejor:
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Identifique y evite los alérgenos.
Si sabe a qué es alérgico su hijo, intente evitar el contacto con ese alérgeno. Por ejemplo, si su hijo es alérgico al polen, mantenga las ventanas y puertas cerradas durante la temporada de polen. Si su hijo es alérgico a los ácaros del polvo, use fundas antialérgicas para su colchón y almohadas.
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Utilice un humidificador.
Un humidificador puede ayudar a aliviar la congestión nasal y la sequedad de la garganta. Esto puede ayudar a su hijo a dormir mejor.
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Hable con su pediatra sobre los medicamentos para la alergia.
Si los sÃntomas de la alergia de su hijo son graves, su pediatra puede recomendarle medicamentos para la alergia. Algunos medicamentos para la alergia pueden causar somnolencia, por lo que es importante hablar con su pediatra sobre el mejor medicamento para su hijo.
Si sigue estos consejos, puede ayudar a su hijo a dormir mejor a pesar de sus alergias.
Asma.
El asma es una enfermedad crónica que afecta las vÃas respiratorias. Cuando un niño pequeño con asma entra en contacto con un alérgeno o un irritante, sus vÃas respiratorias se inflaman y se estrechan. Esto puede dificultar la respiración y causar sÃntomas como tos, sibilancias y dificultad para respirar.
Los sÃntomas del asma pueden empeorar por la noche, lo que puede dificultar que los niños pequeños duerman. Esto se debe a que el cuerpo produce más histamina por la noche, lo que puede provocar una inflamación adicional de las vÃas respiratorias.
- Si su hijo tiene asma, hay algunas cosas que puede hacer para ayudarle a dormir mejor:
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Controle el asma de su hijo.
Esto significa seguir el plan de tratamiento de su médico y usar los medicamentos para el asma según las indicaciones. También es importante evitar los alérgenos y los irritantes que desencadenan el asma de su hijo.
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Use un humidificador.
Un humidificador puede ayudar a aliviar la sequedad de la garganta y las vÃas respiratorias. Esto puede ayudar a su hijo a respirar más fácilmente y a dormir mejor.
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Eleve la cabeza de su hijo.
Esto puede ayudar a abrir las vÃas respiratorias y facilitar la respiración. Puede hacerlo colocando una almohada debajo de la cabeza de su hijo o usando una cama con respaldo ajustable.
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Hable con su pediatra sobre los medicamentos para el asma.
Algunos medicamentos para el asma pueden causar somnolencia, por lo que es importante hablar con su pediatra sobre el mejor medicamento para su hijo.
Si sigue estos consejos, puede ayudar a su hijo a dormir mejor a pesar de su asma.
Reflujo gastroesofágico.
El reflujo gastroesofágico (RGE) es una afección en la que el contenido del estómago regresa al esófago. Esto puede causar acidez estomacal, náuseas y vómitos. En los niños pequeños, el RGE también puede causar problemas para dormir.
Cuando un niño pequeño tiene RGE, el ácido del estómago puede irritar el esófago y causar dolor. Esto puede dificultar que el niño se duerma y permanezca dormido. Además, el RGE puede causar regurgitación, que es cuando el contenido del estómago regresa a la boca. Esto puede ser muy molesto para los niños pequeños y puede hacer que se despierten.
- Si su hijo tiene RGE, hay algunas cosas que puede hacer para ayudarle a dormir mejor:
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Hable con su pediatra sobre los medicamentos para el RGE.
Su pediatra puede recomendarle medicamentos para ayudar a controlar el RGE de su hijo. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir la producción de ácido estomacal y a prevenir la regurgitación.
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Eleve la cabeza de su hijo.
Esto puede ayudar a evitar que el ácido del estómago refluya hacia el esófago. Puede hacerlo colocando una almohada debajo de la cabeza de su hijo o usando una cama con respaldo ajustable.
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Evite darle a su hijo comidas y bebidas ácidas o picantes antes de acostarse.
Estos alimentos y bebidas pueden empeorar el RGE.
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Evite que su hijo coma o beba demasiado cerca de la hora de dormir.
Esto puede dar al estómago tiempo para vaciarse antes de que su hijo se acueste.
Si sigue estos consejos, puede ayudar a su hijo a dormir mejor a pesar de su RGE.